Paraíso
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Producción 'Paraíso'
- Fotografía: @historiasqueempiezanconunsi
- Modelo: @patriciaguijarro_
- Maquilladora: @paula.promakeup
- Peluquería: @ana.diazcalero
- Espacio: @dehesabolanos @alfonsocatering
- Realización, idea creativa y estilismo: @estrella.albendea
- Tocados: @masario.es
- Joyas: @acus_complementos (excepto el de las hojas + vestido lila y los dorados + vestido azul marino).
- Bolsos: @clem_complementos
- Vestido lila y conjunto de lunares: @brunacoleccion
Texto:
Estrella Albendea
Esta es la historia que inspira la producción creada por Estrella Albendea:
Carmina solo pensaba en verano. Era su estación favorita, la que mejores recuerdos
le traía, la que le había regalado momentos con personas fascinantes y el motivo por
el que se esforzaba el doble cuando sus vacaciones se aproximaban.
Cerraba los ojos y se veía en la querida casa de su abuela, su paraíso personal y el
lugar que la dejaba ser ella misma.
Cuando dieron las 15:00 horas de aquel miércoles, ni un minuto más ni un minuto
menos, decidió que comenzaban sus días libres, sin ceder ni una hora más por
primera vez desde hace mucho tiempo y para estar al 100% con su abuela en el lugar
que se había ganado un espacio en su corazón. En Jerez se encontraba ese rincón en
el que la matriarca había creado todo un hogar, después de que ya lo hicieran sus
propios abuelos. Cogió el coche, se adentró en horas de camino y descubrió dos
cosas: lo mucho que necesitaba ese regreso y cómo el abrazo a los suyos se había
convertido en la mejor de las medicinas. Al llegar, ver el campo de girasoles era el
mejor preludio que podía esperar. Aquello prometía.
Carmina solo pensaba en verano. Era su estación favorita, la que mejores recuerdos
le traía, la que le había regalado momentos con personas fascinantes y el motivo por
el que se esforzaba el doble cuando sus vacaciones se aproximaban.
Cerraba los ojos y se veía en la querida casa de su abuela, su paraíso personal y el
lugar que la dejaba ser ella misma.
Cuando dieron las 15:00 horas de aquel miércoles, ni un minuto más ni un minuto
menos, decidió que comenzaban sus días libres, sin ceder ni una hora más por
primera vez desde hace mucho tiempo y para estar al 100% con su abuela en el lugar
que se había ganado un espacio en su corazón. En Jerez se encontraba ese rincón en
el que la matriarca había creado todo un hogar, después de que ya lo hicieran sus
propios abuelos. Cogió el coche, se adentró en horas de camino y descubrió dos
cosas: lo mucho que necesitaba ese regreso y cómo el abrazo a los suyos se había
convertido en la mejor de las medicinas. Al llegar, ver el campo de girasoles era el
mejor preludio que podía esperar. Aquello prometía.
Texto: Estrella Albendea